La neblina se disipa en la
mañana. Mientras, los minutos pasan y el sol se asoma en la ventana. El día avanza, las
luces de la ciudad comienzan a
iluminar los espacios vacios de
callejones. Aqui gatos y perros se refugian del crudo invierno.
En tu pecho siento como mi
alma encuentra un lugar seguro. Aqui es donde puedo reír, llorar,
conversar. Pensar en un futuro que podemos concretar juntos.
Y digo: Tomado de tus manos quiero caminar para siempre. No quiero jamás soltarte. Ni siquiera por un
segundo.
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